viernes, 23 de mayo de 2014

LOS AMIGOS


                                         



Soy un afortunado, tengo muchos amigos. Aunque en realidad  y siendo bastante exigente no todos son amigos. Claro que depende de lo que se entienda por amigos, si es el que te abre el monedero en caso de necesidad pues es un conocido rico o generoso, pero incluso es menos amigo, porque muchas veces  te lo reprocha o te piden que  le devuelvas la dádiva. Ese tiene poco interés, yo no lo incluyo en la categoría de amigo.
También está el aburrido, siempre cuando le citas trae las manos en los bolsillos y resopla. Le hablas y te mira con desgana, entonces te suelta una larga perorata de lo difícil que es todo para él y su entorno. A veces terminas por no volver a llamarlo, nunca te puedes fiar de él porque siempre te guarda algo en la recamara que te  reprocha. Este amigo si forma parte de esa categoría, porque como su actitud es cansina, la mayor parte de las veces llena un espacio necesario y terminas por apreciarlo.
Otro prototipo es el listo, mezcla de espabilado e inteligente. En un principio muñidor, queriendo quedarse con la dirección espiritual del grupo y que después cuando ya se da cuenta de las dificultades pasa a dirigir a otro para que dé la cara, mientras él le chivatea cosas al oído. No tiene maldad por eso de ser listo, pero no goza de mucha popularidad. Pulula por muchos grupos donde va sembrando discordias y después las cuenta como cosa ajena.
El gorrón se escaquea hasta para dar su opinión, siempre tiene prisa o tiene que ir al baño cuando o se tiene que pagar o se tiene que mojar en explicar algún asunto de su interés. Suele resoplar y cuenta noticias económicas para justificar lo mal que están las cosas. Jamás pide prestado y nunca tiene deudas, aunque también es verdad que dispone de poco patrimonio. Suele enseñar un billete de cincuenta euros para pedir le pongan lo suyo. No compra tabaco  así lo mates, pero es tu amigo y siempre pones algo más en el bolsillo pensando en él.
Por último está el pesado, cuenta anécdotas y noticias ya sabidas por todos y te exige que le escuches. Cuenta todo porque llega tarde y ya se ha hablado del asunto, pero él insiste y vuelve a contarlo todo. Nadie le hace caso, pero tiene correa y aguanta. A veces se siente triste porque nadie le escucha, y entonces todos le piden que lo cuente, aunque en realidad nadie le presta atención.   Esté siempre es un buen amigo.
Buscamos un proyecto en común, pero jamás sale nada, eso si ya hemos superado la época de salir con las mujeres y soportar grescas y malas maneras. Ahora salimos, poco tiempo pero solos, y hablamos de hacer algo común, pero nunca encontramos coincidencia. Cuando se propone andar, uno no quiere porque le duelen los pies. Si es cultivar un huerto, alguno dice que no le gusta comer césped y que lo hagas tú solo. Si acaso es reflotar un barco viejo, otros te miran con cara de extrañeza y dicen que ya se acabo el tiempo de los esfuerzos. En fin, que aunque pasen el tamiz de la amistad, los amigos son difíciles y los que nos mantiene unido es el cariño de años aguantando.
Por un casual alguien sale del grupo y se refugia en otro, que lo que les une es que son desechos de tienta y no tienen relaciones sociales con otros, y quieren ampararse  en un grupo que lo único que tienen es la dispersión. No pasan más de diez días  cuando de vuelta te vuelves a refugiar con los amigos de siempre. Y así….. ¿a ti que te parece mi querido amigo?   


INDALESIO  Abril 2014