domingo, 5 de abril de 2015

PEQUEÑOS DESCUBRIMIENTOS

                              

Cuando salí del Hospital Americano de París me encontraba completo, ignoraba quién era y que hacia allí pero, estaba seguro de que recuperaría mis coordenadas. Hacia una noche fría y caía una suave y tenue lluvia, pero por el momento no tenia ni frio ni hambre. Me sentí libre de poder dirigirme a donde quisiera y al ritmo que quisiera, además no sentía extrañeza de no saber ni quién era, ni que hacia por aquellos andurriales. Metí la manos en los bolsillos, pero estaban vacíos, incluidos los de la chaqueta, porque se llama así, si se llama chaqueta, osea que voy recuperando el conocimiento, lo cual esta muy bien. Salí de unos jardines solitarios y me introduje en unas calles bulliciosas. Sentí algo de frio en los pies y me dí cuenta que eran unos zapatos poco apropiados para la lluvia, aunque mirándolo bien tampoco la chaqueta era gruesa para abrigar, osea que venía de algún lugar donde hacia poco frio, o era una estación tibia, no.. no se dice tibia, tienen que ser otro nombre, bueno pues la llamaré cálida, aunque ni idea de como se debe decir.
Ahora siento hambre, ¿Y qué es hambre? Pues... ruidos en el centro de la barriga, bueno eso esta bien, iré poniendo nombres a las cosas que ignore, y sabré manejarme. Me cruzo con muchas personas y parecen elegantes y con cara de diversión, si es eso, no veo personas feas, solo que van vestidas de forma distinta, llevan muchas cubiertas sobre su cuerpo y gorros en la cabeza, quizás vayan más confortables, bonita palabra, confortable.
Si estoy cansado ¿que hago?, me siento y ya está. Debe haber algo más, siento que cuando no hay luz nos ponemos cómodos, abrigados y dormimos. Pero yo donde busco un lugar para abrigarme y tenderme con comodidad. Ya, allí hay un dibujo luminoso que dice HOTEL y ese lugar creo, con bastante certeza, es para descansar. Pero después de sonreír y saludar con la mano a un señor con gorra plana en la cabeza, este se vuelve agresivo (vaya como mejora el vocabulario) y me empuja hacia la calle. Como tengo una cierta mudez, tengo dificultad para ser entendido, lo intento pero veo que por mi boca solo salen palabras aisladas y algunas letras que no significan nada. Me observo e intento hablar con un interlocutor imaginario, pero claro no me responde ni siquiera me dice si me entiende o no. Así que me acerco de nuevo al señor del Hotel que tiene gorra de plato, le digo algunas frases. En un principio me atiende, pero como no comprende, me empuja en un hombro y me señala en dirección al extremo de la rue ( por cierto, he averiguado que significa calle)
Me dirijo, ya algo incomodo, hacia ese extremo de la calle, aunque no se que busco ni hacia donde voy. Me saco la churra porque tengo sensación de evacuar algo de mi bajo vientre, ese algo es ganas de mear, instintivamente me arrimo a una pared y entonces alguien me grita ofendido porque tengo que mear. No entiendo nada, ¿es algo punible el vaciar la vejiga? Este país es bastante raro, aunque del que yo vengo también lo es. Pero yo ¿de donde vengo? ¿Cual es mi país? No tengo ni idea.
Ahora, que es lo que importa, tengo malas sensaciones, tiemblo porque tengo frio, me molestan los pies y quiero descansar. También mis barriga suena, quizás llame para algún encargo, o quizás para que la llene, cualquiera sabe. Llego a un agujero en la tierra, bueno no es un agujero es una escalera, tiene unas letras de colores que dicen Montmartre, bajo los escalones y antes de llegar al último aparece un hombre y me dice “alé” vuelvo ha subir y me alejo de ese agujero que debe ser el infierno porque hace calorcito.
Camino en dirección norte, ese sentido funciona bien, y me encuentro en unas escalinatas, mientras las contemplo, siento un golpe en la cabeza y me derrumbo.

INDALESIO      marzo 2015