domingo, 21 de junio de 2015

EL LAPSUS

                                             
Vivo de lo que escribo y según mi padre no lo hago del todo mal. No es que gané  dinero, pero tengo lo suficiente para permitirme algún capricho. Vivo por supuesto con mis padres, aunque parece raro porque tengo treinta y seis años, pero quieren que esté con ellos y que no me vaya de la casa, a mi no me importa, porque es muy cómodo.
Todo comenzó cuando tenía veinte años, mi padre esta empleado en una Imprenta y algunas veces le encargaban hacer de corrector y editor. Yo aunque fui a la escuela algunos años, decidí no volver porque los niños se metían conmigo, y no me dejaban en paz.
Bueno pues mi padre estaba enfadado porque no le gustaba trabajar los fines de semana y el jefe de la empresa le obligaba, aunque le pagaba horas extra. Así que un sábado me senté y le corregí un libro de más de trescientas páginas en dos horas. Se quedó sorprendido porque él que tiene mucha experiencia no consigue hacerlo en menos de cuatro horas. Entonces me preguntó que como lo había hecho, y yo le dije que no sabía, porque a un padre no se debe engañar y yo lo sabía.
 Mi padre me hizo otra prueba y como me dijo que lo hiciera rápido, y yo soy obediente, lo hice en menos de una hora. Padre llamó a  madre y le preguntó que quién me había enseñado a leer y escribir, ella no lo sabía y dijo que ella no.
Este libro, me dijo, de que trata y le conté todo lo que ponía. Entonces me pidió leyera otro libro, y leí. Solicitó lo hiciera en voz alta y entonces le dije,- no sé papá -. A ver como lees, me eligió una página y dijo, señala lo que lees, y le indiqué en oblicuo con una palabra de cada linea. Mi padre se alegró mucho, y llamó a madre, entonces le dijo, “el niño es muy bueno con las letras” y así quedó la cosa que yo era el niño de las letras. Desde entonces, mi padre me trae un libro cada día y lo corrijo, yo sé que eso se llama Editor y eso es lo que soy yo, un corrector y editor.
También mi padre me pidió escribiera, yo se todas las letras. Me puso un papel y lápiz y me dijo escribe sobre las mujeres. Yo no sabía que poner y como escribirlo, además ¿que sé yo de las mujeres? Mi padre dijo, eso es un lapsus. Yo le dije “quieres que escriba sobre lapsus” ¿Sabrás?, pues claro. Mira un lapsus es: Falta o equivocación cometida por descuido. Y te digo, hay dos lapsus, el cálami y el linguae, yo solo el que usted me diga que use.
Después me enseñó hacer narración, contándome una historia y que yo la repitiera a mis maneras. Y eso es lo que más me divierte, y desde que me enseñó solo hago eso, escribo narraciones. Mi padre lo envía al periódico a ese tan tan interesante que se llama El Garrotín firmado con el nombre de otra personas, pero estoy contento y feliz porque soy capaz de juntar letras para que otros ciudadanos se diviertan leyendo y sin necesidad de buscar incorrecciones ortográficas.

INDALESIO Abril 2015