Me encontraba bastante
deprimido desde hacia varios meses, había intentado aplicar todos
los medios posibles para que mi mente entrara en razón, pero cuando
parecía que mejoraba, de nuevo recaía con una profunda tristeza que
me asustaba. Soy en verdad un curioso de los estudios de la mente, y
desde hace años leo ensayos sobre los muy diferentes comportamiento
del ser humano, así que no me fue difícil identificar los signos
clínicos de lo que es una depresión profunda o status psicótico.
Pero quizás por mi debilidad, estos signos clínicos se difuminaban
y perdían la fortaleza que yo inicialmente les daba y los olvidaba,
creyendo que podrían ser otros. Pero así pasaron por mi fuero
cognitivo muchos malos momentos que me hacían la vida imposible,
hasta que decidí consultar con un psiquiatra, y lo hice con gran
dolor de corazón. Busqué que no fuera conductista y elegí un
freudiano con ramalazos de Lacan, por consejo de mi amigo Nicolás. Y
me advirtió:
- le gusta que le hablen mucho, que le cuentes todo lo que se te pasa por tus entendederas. Él, cuando lleve algo de tiempo te parara y dirá que vuelvas otro día. Pero deja claro que tu no puedes ir de forma continuada, buscando una excusa creíble. Esta excusa te dará un Álibi para no volver a su consulta más, así que lo que te propongo es que uses sus conocimientos en tu favor, y no te dejes engatusar por sus silencios, son peligrosos.
- ¿Y que me puede pasar ? A veces soy violento cuando me presionan o me siento presionado.
- No hombre, no tienes que llegar a esos extremos, solo que cuando te des cuenta que está desarrollando un canto de sirena y te está enrollando para hacerte fijo en sus emolumentos, busques un medio de salir de sus garras y ya solo tú completes el trabajo psicoanalítico.
- ¿ En verdad no lo llevo a comprender en toda su extensión Nicolás?
- Veras, supón que el origen de todo tu proceso es algo que arrastras desde tu infancia, por ejemplo un abuso sobre tu inexperto e ingenuo cuerpo. Eso te deja una marca en tu subconsciente que puede ser el origen de tus depresiones.
- ¿Y él, porque lo sabe?
- Quizás porque se lo has comentado tú.
- Pero si yo no lo conozco aún, como lo va a saber .
- Querido amigo, quizás sería mejor que te viera un Psiquiatra al uso, que te mandara un puñado de pastillas y te silenciara, yo en verdad solo he usado alguna coartada cuando me trató, y me fue útil porque en dos sesiones me dí el alta y no he recaído.
Le hice caso a mi amigo
Nicolás, me di el alta con un perfecto Álibi y diez días después
me tuvieron que internar por un bloqueo psicótico.
INDALESIO