lunes, 1 de enero de 2018

NOTICIAS DE MIS CONTADOS DÍAS

                       



Me llamo Carlos, Carlos Revolledo. He decidido escribir estas notas en forma diario para saber y relatar acontecimientos que vivo, en lo que sospecho será el fin de mis días. Dudo mucho que alguien tenga interés en saber de mi vida, porque la familia que formé desconecté de ella hace años y nada sé de ellos, ni ellos de mí. Intenté formar otra familia, pero ha sido inútil, debo ser complejo de soportar y nada propicio para la convivencia. Pero eso es otra historia que no debe ser mezclada con los acontecimientos científicos y además tiene poco interés, ya que se convirtió en un proceso habitual de toda la ciudadanía
Los datos que deseo anotar los voy ha ceder al Doctor Mochar para que haga buen uso de ellos, y además por ser el único amigo que mantengo. Bueno realmente acudí a su consulta para preguntar sobre ciertos acontecimientos que me acosan desde hace unos meses, y fue él que me dijo que eren pródromos de una enfermedad fea y sucia que me comenzó atacar meses atrás. Después volví en otra ocasión, de ahí la amistad, y le sugerí el facilitarle los datos clínicos para que pudiera informar a la sociedad de lo que sospecho sera una epidemia de las generaciones venideras. Me dio una libreta y un libro sobre Estadística Clínica, para que supiera la forma de hacer anotaciones estadísticas, pero con discreción me reí porque soy experto en recogida de datos y en los análisis de las cifras, de hecho he vivido de ella toda mi vida.
Bueno, ¿y que datos tengo que recoger?. Yo los dividiría en dos grupos, los datos clínicos y los datos de comportamiento. En realidad esta enfermedad no está aún descrita y se encuentra en fase experimental, por eso el interés que yo he demostrado en hacer acopio de toda la información útil para conseguir desarrollar una vacuna que consiga inmunidad al mayor número de ciudadanos. De hecho,observo muchas personas que manifiestan signos del comportamiento, por ejemplo se niegan a depositar votos en las elecciones, y olvidan las obligaciones que todos los mortales contrajimos al nacer. Este dato del comportamiento es relevante y y de gran interés, ¿cómo un ser humano puede comportarse de esa manera? Evidentemente solo cuando se padece el proceso en su fase más florida y se presenta el fracaso multi-orgánico.
En el apartado de datos clínicos, llama la atención la observación de unos síntomas no observado hasta la actualidad. Se encuentran dentro de signos neurológicos y su manifestación más evidente es el llamado “Mal de San Vito” Temblores descontrolados que impiden la marcha y desplazamiento. Una vez que se presenta, el óbito es seguro. Mis primeros casos de observación han sido una cabra que pasta por los alrededores con el rebaño de Manuel, que tiembla de forma exagerada y que sospecho le quedan pocos días y un servidor que se mantienen de pie, con el apoyo de solo pierna izquierda que no tiembla. La derecha tiembla de forma exagerada al sentir el peso del cuerpo y no tienen capacidad para ayudar en la marcha.
Recalcó que mi brazo derecho también tiembla pero solo cuando esta ocioso, cuando esta en actividad mantiene la prensión y orientación en perfecta condiciones y la verdad es que me ayuda mucho.
Mantengo abierto el informe para corregir algunos errores que solo se presentan cuando lo quiero comunicar a los escasos interesados de los asuntos científicos, y que de forma habitual me reprochan este comportamiento sin tener en cuenta que soy un pobre enfermo.

INDALESIO Junio 2015