sábado, 25 de febrero de 2017

FUTUROS FANTÁSTICOS

                                              



Dedico algunas horas de cada día al pensamiento, unas veces al pensamiento profundo y otras al cotidiano superficial, y así con metodología organizo las actividades que realizaré. Pienso lo que voy a leer, en lo que voy a escribir y en la música que escucharé. Si me siento satisfecho me lanzó y procuro cumplir el programa, si lo incumplo duermo mal.
El otro día me asaltó en mi castigada mente algunos datos de mi biología, decidí dedicar el día a organizar el presente y el futuro de mi estado de salud. Repasé mi estado físico, varón añoso sin enfermedad conocida y sin limitación física alguna, salvo las propias de la edad. Alto ¿cuáles son las propias de la edad?, pues depende de cual sea el nivel de actividad. Bueno yo creo que mi nivel sin ser de lo mejor, no es malo, puedo caminar durante cinco horas sin perder el resuello y sin parar. Bien es verdad que camino mal, no mantengo una armonía y equilibrio en la marcha, pero aunque vaya haciendo eses no creo que sea trascendente para mi estado de salud. Quizás se debe a mis antecedentes familiares de alteraciones neurológicas, tanto en la marcha como en el trastorno del equilibrio, mi abuelo murió con una sensación de angustia por vértigo ajeno y también porque sufría anósmia y no olió un escape de gas.
Vale, en un primer repaso se puede afirmar sin miedo a equivocarse, que en la actualidad mi estado de salud es bueno y mis estadios de vida también.
Ahora queda el análisis de lo que sera mi futuro. Sabemos que somos finitos y que la vida media de los varones es ochenta y tres años, osea que me queda como mucho quince años de vida. Durante estos quince años me gustaría que mi calidad de vida fuera la mejor posible, porque sobre todo no dispongo de recursos para recibir ayuda ajena que es costosa, puedo como mucho buscar una mujer que disponga de recursos económicos y que me ayude a costear mis necesidades, pero eso lo veo difícil porque las mujeres son muy suyas y demasiado egoístas.
Así que me enfrento a un porvenir desconocido y difícil, lleno de luces y sombras, y a la incertidumbre de que el desenlace final sea más difícil de lo previsto. No se me ocurre nada bueno, todo es muy farragoso y triste, pero decido que debo meditar que postura tomar y así decidir.
Me levanto de la mesa de trabajo para cambiar la música y me doy cuenta que no puedo incorporarme, que las piernas no me sostienen y que a una velocidad pasmosa mi piel se va arrugando y secando, quiero apoyarme en los laterales de la butaca pero no tengo nada que apoyar, ahora en vez de mis brazos son una patas peludas y con pinchos. Ruedo sobre mi y caigo al suelo que sabiendo que esta frío, no lo percibo. No puedo ponerme en pie , no dan las patas para elevarme, entonces escuchó la voz de mi mujer que me llama y me asusto, si me descubre así como Gregorio seguro que después de formar un escándalo termina por colocar su zapatilla sobre mi cuerpo y aplastarme. Giro y me pongo de lado, pero abulto mucho, así que decido desplazarme hacia el balcón, me escondo tras la cortina y cuando ella entra, como siempre abre el cierro protestando por el olor, que yo no percibo, aprovecho para deslizarme hacia la ventana central y mientras escuchó los gritos con mi nombre, miro en dirección a la calle y me dejo caer, no puedo soportar la idea de sentir vértigo.


INDALESIO Febrero 2016