viernes, 7 de agosto de 2015

DIFICULTADES DE COMPORTAMIENTO



Piter salio del centro de salud relativamente contento. Aunque le habían cambiado de médico en esta semana, su primera entrevista había sido muy satisfactoria.
Había recibido una llamada dos días antes, para comunicarle que su Psiquiátra le habían movilizado para entrar en las milicias y había sido evacuado para colaborar en la guerra. El doctor Monda le trataba desde hacia quince años y cuidaba que su medicación y dosis fuera la más adecuada posible, aunque realmente le hubiese gustado que le hubiese podido explicar porque tenía esos trastornos y cambios de humor tan reiteradamente.
Había leído hace años, que no se debe establecer relaciones afectivas con tu médico de la mente, porque podría alterar los resultados clínicos. Así que nunca habló con el doctor Monda, porque además le había comunicado que pertenecía a una comunidad científica que no daban ni comunicaban soluciones, solo escuchaban lo que le paciente quisiera decirle.
Solo cuando comenzó la medicación le advirtió, de como debía pautar las dosis y el tiempo que debería tomarla, para siempre. La medicación que necesitaba era las sales de litio y tenía algunos inconvenientes que ya descubriría en el trascurso del tiempo.
Por lo demás iba cada dos semanas y le colocaba en una silla muy dura, según le explicaron para que no se sintiera demasiado cómodo. Cuando sonaba un timbre, Piter hablaba durante diez minutos, con una única condición que cada día el tema fuera diferente. Mientras el doctor Monda colocaba sus piernas en un cajón abierto y leía lo que al parecer era una revista de fotografía, su pasión y divertimento.
Así llevaba los quince años de tratamiento, sin faltar un solo día, salvo en dos ocasiones que tubo que acudir como urgencia porque al parecer las sales de litio le produjeron una espermatorrea incoercible que preciso tratamiento especializado, aunque se cortó de forma natural y espontanea.
El nuevo doctor al parecer no pertenecía a la misma escuela del doctor Monda, y era partidario de establecer comunicación oral con los pacientes , le gustaban muy poco las sales de litio, por sus desagradables complicaciones. Le dijo que en la actualidad existían otras drogas mucho más eficaces para mantener el necesario silencio de los pacientes de trastornos del comportamiento, esas drogas producto de investigación europeo tenían menos efectos secundarios y mayor nivel de eficacia. Así que le pidió permiso para modificar la medicación, pero Piter no supo que hacer porque tenía abolido su capacidad de decisión, algo que también tenía relación con el litio. Pidió tiempo para poder decidir y se fue a la playa. Allí se quitó la ropa y se introdujo en el agua del mar. Media hora después le sacaban con los pulmones llenos de agua y su corazón parado, incomprensiblemente su polla estaba totalmente erecta, al parecer por los efectos del litio.


    INDALESIO Mayo 2015