lunes, 4 de septiembre de 2017

TERCER PASEO. PARIS




La siguiente vez que vi a Thimoty fue meses más tarde cuando yo había recuperado algo de mi memoria y de mi salud física y mental. Debió comenzar cuando me obligaban a comer en los servicios sociales de la ciudad y lavarme una vez a la semana. También es verdad que un grupo de voluntarios de un secta religiosa llamado los Defensores de Cristo Rey, me acogieron bajo su tutela y cada noche me traían un cafelito caliente y me leían un fragmento de la Biblia. Yo se lo agradecía efusivamente, como si realmente me importara un pito la Biblia y sus monsergas cursi les y aburridas.
Bueno, cierto día que me encontraba apoyado en la columna de San Jacques esperando que un pesado se fuera de mi habitual lugar de dormida en los soportales de unos almacenes de gangas, que despedía calor por las rendijas de las puertas, apareció Thimoty bajándose de una moto scuter.
Yo no recordaba haberlo visto, pero le respondí al saludo, era interesante que ya entendiera bastante del idioma de Moliere, y acepté que se sentara cerca mía. Olisqueo levantando la nariz, buscando quizás reconocerme por mi habitual pestilencia, pero se quedó sorprendido ya que solo era capaz de olerme yo. Después saco una cajetilla de cigarrillos y me ofreció uno, acepté y di una profunda calada que me provocó un ataque de tos, no recordaba haber fumado en tiempo, al menos desde el que tengo recuerdo. Tiré el cigarro y continué con la tos. Se lamentó y comenzó su rondo de preguntas. Me preguntó por el College de France y por mis relaciones con los profesores en especial con Michel Foucault. Le miré en hito y me levanté para irme. Me sujetó del brazo y volvió a pedir disculpas, entonces derivó hacia terrenos más sociológicos, ¿porqué vivía al modo clochard? Le miré de nuevo con cara de extrañeza,
  • ¿De qué me habla?
  • Usted es español, lo sé porque conozco a su hija. Vive en esta ciudad desde hace, quizás dos años. Es un hombre culto y ha sido ayudante de unos de los mejores pensadores de la Francia. Pero algo le pasó y desde entonces vive de la caridad, esta es la segunda vez que le veo, ¿recuerda?
Le volví a mirar y le hice un mohín de extrañeza. Pero la verdad es que había recordado este tiempo en que vivía en París, pero por pereza y por encontrarme cómodo en esta situación, me había dejado ir. No recordaba los motivos pero sabía que su recuerdo me hacia daño, así que ni me molestaba en buscar el recuerdo.
  • Bien, respeto que no quiera hablar de su situación. Yo quiero ofrecerle ayuda cuando lo necesite. Hay algo que pueda hacer por usted, ¿dinero o alguna gestión en los servicios sociales?
Entonces sentí una severa punzada en mi cabeza y un persistente tics atacó mi ojo derecho. Me coloqué la mano cubriendo el ojo y entonces vi en el recuerdo al capullo de Thimoty acompañando a mi hija. Si, ya lo veía, mi hijita vivía en esta ciudad y tenía un trabajo muy creativo, pero algo ocurrió que me hizo....enloquecer? No consigo aclarar el recuerdo, pero este tipo forma parte de él, y además siento que le hizo daño...pero no conseguí ver con claridad que fue lo que pasó. Le sujeté del brazo y le miré, quise preguntar algo sobre mi hija, pero en mi mente había algo que lo impedía, algo que si lo verbalizaba me haría sufrir y eso era algo que yo no deseaba. Entonces el azar me echo una mano y este parisino de mierda comentó como para que yo se lo agradeciera.
  • Su hija se fue hace un año para Japón, la contrató un estudio para realizar un trabajo de cinco años en la ciudad de Tokio, y no he vuelto a saber nada de ella. Me dejó porque quería continuar poniendo en marcha sus ideas y yo no formaba parte de su vida. Además creo que se enamoró de otro hombre y ambos se fueron para Asia. Aún ando recuperándome de esas heridas.
Solté el brazo y asentí con la cabeza, era mi mejor manera de agradecerle la información. Una gran tranquilidad invadió mi corazón y el click de mi cabeza fue cediendo y comencé a ver con mucha mayor claridad. Me despedí de él y me dirigí hacia mi lugar de reposo calentito e independiente. Nunca más tuvimos interés o casualidad en vernos.


INDALESIO Dic. 2014

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