domingo, 15 de abril de 2018

MIS SECRETOS






Debo confesar algo que no deseo se haga público, así que hago esta confesión contando con la complicidad de mis hipotético lectores, que deben mantener un prudencial silencio al respecto de mis ausencias.
Hace varios años, disculpen por no poder hacer referencia explicita a la fecha exacta porqué la ignoro, me pude apercibir de que tenía dificultad para memorizar algunos datos, o bien recordar nombres de alguna referencias que consideraba importante, así por ejemplo el nombre del escritor colombiano....¿cómo es? A si, Álvaro Mutis, pues algo paso dentro de mi archivo de recuerdos porque tengo que buscar referencias para recordar su nombre. Y así con muchas otras cosas que debo asociar con algo o alguien para poder ponerle nombre, así con Álvaro Mutis lo tengo enlazado con el signo del silencio sobre los labios, a veces busco la asociación y entonces enlazo con el nombre. Si es verdad que es algo complicado pero no podría recordar sin asociar, aunque en estos últimos tiempos he dejado de recordar la imagen o palabra de asociación y tengo que recurrir a buscar en las bases de datos.

Me avergüenzo consultar con un médico especialista, primero porque no conozco a ninguno y menos en el campo de las enfermedades de los nervios, no... solo de pasada le he preguntado como si fuera para un amigo, y con el descaro de los tiempos actuales me remitían al especialista o a lo sumo me decían en tono de sorna, haber quítate los pantalones. Así que no lo he compartido , solo ahora lo hago participe a los posibles lectores del Garrotin, no sin haber realizado un severo esfuerzo de voluntad y de pudor que disimulara la vergonzante enfermedad que sufro y padezco. Y en verdad he mejorado bastante después de escribir sobre lo que me ataca, la desmemoria, pero continúo aislado, porque me avergüenza mantener una conversación omitiendo la mitad de las referencias porque no las recuerdo.

Mi único contacto con el mundo es la escritura, escribo y sin corregir lo guardo y así tengo varios almacenes llenos de historias tanto propias como de personal ajeno que además nunca releo, pero desde que lo hago siento una leve frescura en mi cabeza, y algo más de facilidad en recordar, a saber he vuelto al escalón de asociar para recordar. Pero para escribir necesito saber , así que decidí leer, aprender pasando por los que ya saben y quizás no olvidan, y leo y leo mucho, pero todo o casi todo lo olvido, algo que para nada me afecta, porque aunque lo olvido mantengo un discreto conocimiento que me resulta suficiente. Aunque no, no me resulta suficiente, deseo saber más, quiero saber más y me he ido enganchando de forma que salvo un par de horas para el ejercicio, el resto lo distribuyo entre escribir y leer,con lo que me encuentro enganchado al saber y producción de conocimiento, ¿y sabéis? Cuanto más sé, más quiero saber,aunque dude,y por tanto que me encuentro en fase de recuperación de mi proceso. ¿Eso no era Kafka? 24/10/2016
INDALESIO 




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