Escuché el irritante
sonido del teléfono de baquelita del pasillo de la casa y le dejé
sonar durante unos minutos, pero aquel artilugio no cesaba de
repiquetear, así pues decidí que debería cogerlo antes que causara
un conflicto con mi padre. Corriendo con la única protección de los
calcetines atravesé el salón y llegué al pasillo donde estaba
ubicado el jodido aparato de comunicación. Lo descolgué y escuché
el clic de colgar al otro extremo del auricular, dejé caer el
auricular a la vez que aparecía mi madre con cara de preocupación.
- ¿Quién era?
-No sé llegué tarde. Lo siento
Volví a la sala donde
escuchaba la radio con un sonido amortiguado por un trapo del polvo
que cubría todo el aparato de audición para no molestar a mis
padres, cuando me senté y elevé el sonido se escucho en la
distancia de nuevo el sonido del teléfono. En esta ocasión no lo
dudé corrí sin dilación empujando todas las puertas que me
encontraba por delante , llegué acelerado y descolgué el
auricular. Después de saludar y preguntar quién era me quedé
sorprendido,cuando contesto parecía yo mismo por el tono de la voz
y por las preguntas que solía hacer. No fui consciente de lo
mucho que se parecía aquella voz con la mía , separé el auricular
y de forma infantil miré en aquel objeto algo que pudiera justificar
las respuestas que se hacían con mi propia voz . Luego lo solté con
un gesto de violencia cayendo entre mis piernas de forma caprichosa ,
me quedé atenazado y sorprendido apoyado contra la pared. Poco a
poco me volví acercar porque se oía un suave parlancheo de fondo
, sujeté el auricular y lo miré con detenimiento, nada me parecía
anormal, salvo que la voz que hablaba era la mía. Aquella voz
cuando la acerqué a mi oreja se fue aclarando sin perder el tono que
era exactamente como el mío, presté atención y le escuché, me
llamaba por mi nombre . Pasaron unos minutos durante los cuales
siempre repetía lo mismo , Armando me de valor contesté con
un timorato “ si soy yo” Separé el auricular con miedo
, cuando fui consciente del gesto lo volví acercar , entonces
escuché la voz, mi voz, que me preguntaba si saldría aquella tarde
.Yo respondí preguntando con el quien eres y no una vez sino
varias , pero volvía siempre a la pregunta de Armando me da
valor . Luego cambio la pregunta, y repitió si saldría aquella
tarde. Sentí un escalofrío de puro miedo y ya no me atreví a
decir nada, pensé que hacer, aquello no me parecía normal pero
sentía cierta curiosidad. Me vino a la mente la posibilidad de que
fuera un fenómeno paranormal parecida a la sinestesia , o en su
defecto un imitador de voz , pero yo no conocía ninguno. Cuando
decía esto recordé a mi amigo Fernando, era un imitador buenísimo
con algunas voces, en especial las de tono grave como era el mio.
Entonces grité , imbécil .
INDALESIO
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